Escort Prepago Ana
Marcela
Hola cariño soy Ana Marcela Ortíz. una chica prepago trigueña en Bogotá de 20 años de edad. Ojos cafés, pelirroja y tez blanca, con unas deliciosas nalgas,
Me encantará chuparte profundamente, me apasiona ver cómo te pones cachondo por mí, eso es lo que mas me excita.
Todo muy rico Una belleza con todo ese calor dentro de mi, con un delicioso y jugoso coño bien apretado, Pienso solo en lo rico que te lo comerás como un mango bien madurito, para luego follarme en todas las poses.
Disfrutaremos un rato lleno de mucho morbo y pasión, me encanta la fiesta.
Edad | 20 |
Color de piel | Blanca |
Tamaño de busto | A |
Tamaño de cola | Normal |
Contextura | Normal |
Estatura | 160 CM |
Ubicación | BOGOTÁ |
Color de ojos | CAFÉS |
Color de pelo | ROJO |
Idiomas | español , ingles básico |
Intereses | animales, lectura, politica |
Comida | Italiana |
Bebidas | cerveza |
Estilo de ropa | Casual |
Cirugías estéticas | Ninguna |
Servicios adicionales | Oral Natural |
1 Hora
COP 260,000.00
2 Horas
COP 390,000.00
5 Horas
COP 700,000.00
Medio de Pago:
Llama o escribeme, la pasaremos delicioso (Telegram, Whatsapp) -> (+57)| 305-333-9946|
Más perfiles:
08
nov.
Don Colombia foro de prepagos
DonColombia, mi lugar en internet ¿Qué es una comunidad? ¿Por qué sentimos la necesidad de ser parte de algo? Esas preguntas quizás no puedo resolverlas en este relato, pero si puedo contar mi experiencia con una comunidad específica y como este sitio web me cambió la vida, o por lo menos me hizo sentir parte de algo.
21
abr.
Prepagos en Teusaquillo
Ubicada en el Centro-occidente de la ciudad de Bogotá se encuentra una localidad conocida como Teusaquillo. Aquí puedes disfrutar de una visita al parque Simón Bolívar, caminar por la ciudadela de la Universidad Nacional y, ¿por qué no?, pasar una fogosa noche enredado en las piernas de una prepago.
08
nov.
Prepagos en Barranquilla
Hace un par de semanas me estaba asfixiando en mi rutina. El trabajo me estaba consumiendo y mi círculo me parecía un fastidio. Necesitaba escaparme un fin de semana. Sabía lo que quería. En búsqueda de diversión, sensualidad y calor, hice una maleta pequeña, metí mis guayaberas y tomé el primer avión que encontré para Barranquilla. ¿Por qué? Porque sí. Hace tiempo tenía ganas de conocerla y ahora podía, y además lo necesitaba.